miércoles, 29 de enero de 2014

Un cristianismo con propósito - Primera parte

Hay muchas cosas en la vida en las cuales las personas se fijan un propósito muy firme:

* Terminar una carrera profesional.

* Casarse, tener hijos y ser una familia feliz.

* Tener un buen empleo o establecer un negocio propio.

* Lograr ver a los hijos realizados en todo ámbito.

Incluso, cada que comienza un año se hacen muchos propósitos de ahora sí cambiar, de ser diferentes, dejar de ser la persona que fue el año pasado, tratar mejor a su esposa, esposa, a sus hijos, etc; pero la verdad es que, cuando no se tiene un objetivo claro, cuando no hay una visión concreta, todas esas buenas ideas y buenos propósitos vienen a ser un fracaso, se quedan en eso: buenos propósitos; provocando malestar y frustración en las personas que definitivamente no les harán felices.

En las cosas espirituales pasa lo mismo.

Cuando alguien desea buscar a Dios y empieza esa búsqueda, debe tener un objetivo muy claro y por supuesto (por lo que esto representa) muy elevado: el tener un encuentro verdadero con Dios, encontrar la paz que solo Jesús da y sobre todo, alcanzar la vida eterna. Así se debe buscar a Dios.

Pero también vemos que hay personas que aunque alcanzaron el favor de Dios, por no tener un objetivo claro en su vida cristiana, poco a poco se van enfriando hasta que esa llama que Dios puso en sus corazones se extingue por completo y se apartan del Dios vivo; viniendo a ser su condición peor que en la que Jesús les había encontrado.

Dios quiera que este audio te haga conocer que para todo debes tener objetivos y que habrás de esforzarte para alcanzarlos, pero que en lo que a tu alma se refiere, con mayor razón deberás tener una visión y llegar a ella: ser un habitante del Cielo.


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